Llegamos a Ushuaia en avión, todo un lujo para unos backpackers, pero en realidad había una buena oferta en aerolíneas argentinas que costaba más o menos igual que coger el bus, así que nos ahorramos 15 horas de bus!
Nos esperaba en el aeropuerto Matías, nuestro nuevo couchsurfero, con una pancarta de bienvenida! Que buen rollo desde el principio con él! Nos instalamos en su casa y nos acompañó con su coche hasta el Museo de la Prisión. En 1896 se inició la construcción de esta prisión por un grupo de 14 presos, todos reincidentes, de aquí nació este precioso pueblo. Ya que enviaron a 11 hombres y 9 mujeres voluntarias para vigilarlos y colonizar el lugar. Poco a poco se fueron construyendo talleres en la prisión para construir casas, una vía de tren (el más austral del mundo!), puentes y otros edificios.
En 1920 la cárcel contaba con 5 pabellones de 79 celdas cada uno, en más de una ocasión hubo exceso de presos. En 1947 el gobierno determinó su cierre debido a la dureza de las condiciones climáticas y el aislamiento geográfico . Y se cedió a la marina y se fundo este curioso museo que ofrece visitas guiadas.
La visita guiada fue muy interesante tanto por los comentarios e historias que contó la guía sobre la construcción y los presos más “famosos” por sus intentos de fuga o sus fechorías. Me impactó la historia de Petiso Orejudo, que nació con falta de crecimiento y algún tipo de deficiencia ya que su padre le pegó la sífilis a su madre, y debido a su fatal de madurez y de crecimiento, los niños se reían de él, pero también tenía otros trastornos de conducta durante su infancia. Así que fue internado en diversas ocasiones en psiquiátricos, de los cuales salía por su “mejora” pero con el tiempo él se volvió un asesino en serie de animales y niños. Fue el motivo por el que cumplió condena y se le trasladó a la prisión de Ushuaia, pero un día mató al gatito de la prisión y todos los presos le pegaron una pequeña paliza que como estaba tan débil de salud, murió.
De paseo por la bahía pudimos observar un atardecer precioso.
Al día siguiente nos levantamos preparados para ir a la nieve, Yves y Matías iban a esquiar en la estación de esquí de “Cerro Castores” , pero … empezó a llover y a nevar mucho, así que cambio de planes, Matías nos llevó a conocer Tolhuin, un pueblito a 80 km de Ushuaia. Vimos el lago Fangano y compramos “facturitas” (que son los dulces típicos de Argentina) en la panadería más conocida de la zona http://www.panaderialaunion.com/.
Por la noche nos enseñó a cocinar empanadas típicas argentinas y probamos la cerveza artesanal del lugar ”BEAGELS”.
Al siguiente hicimos la excursión por la bahía de Ushuaia para conocer las historias sobre los YAMANAS, que fueron la gente del mar que vivieron en estas costas desde hace más de 6000 años. Su forma de vida era muy curiosa, iban desnudos y comían carne de lobo marino y se untaban con el sebo o la grasa para protegerse del frío.
Al día siguiente salió un sol radiante! e hicimos la excursión en catamarán por la bahía y el canal beagels. Pudimos visitar la isla de los pájaros, de los lobos marinos y del Faro del «fin del mundo» que en realidad se llama faro de Les Eclaireurs (que significa el faro de los iluminadores) y existía otro faro más al sur, que era el verdadero faro del fin del mundo, pero está destruido. En fin, que muchas noches he soñado con este momento y por fin hoy se ha hecho realidad!
Así que muchas gracias por estar ahí y desde aquí os envio mis mejores energías … ahora que he llegado «al fin del mundo» o al comienzo del mundo … según se mire … inicio mi viaje de regreso hacia donde partí y desde donde recibo vuestra luz!! Mismo si por ahora no hay una fecha concreta de vuelta… .
El último día pudimos visitar el Parque nacional de Tierra de Fuego con Gabriel, guía local y Berangere (una chica francesa que conocimos en el avión). Pudimos disfrutar de una vistas panorámicas del canal beagels y la isla redonda. Observar castoreras, las construcciones que los castores necesitan para vivir, pero esta práctica destruye los bosques ya que no tienen depredadores directos como son los osos. Así que la introducción de estos animales fué una «cagada» humana que ahora tratan de controlar.
Estuvimos paseando por Ushuaia y compramos los billetes de bus para ir subiendo hacia Buenos Aires … quedan unos 4000 km. Así que hicimos una primera parada en Río Gallegos a 350 km. de Ushuaia, pero tardamos 12 horas en llegar, ya que hay que pasar 4 veces la frontera CHILE-ARGENTINA-CHILE-ARGENTINA y pasar el estrecho de magallanes por barco. Una agotadora experiéncia! Pero aprovechamos para visitar a unos amigos de Yves que no veía hace 12 años, la familia Corti, que nos invitó a un rico asado! Fue una linda velada!
Al día siguiente cogimos el bus hacia Puerto Madryn donde nos esperaba «Willy»! y sus amigas las ballenas.